En este post, además de hablar del desempeño de Max King Comics! en el segundo año de su regreso a los eventos porteños, acompañado de algunas pocas fotos, hablaremos de lo positivo y también lo criticable que hubo en ANIMATE09.
PARA EMPEZAR
Animate 09 es, en la actualidad, la convención más importante que se hace en el país debido, principalmente, a que cuenta con mucho espacio físico, por la importancia de los invitados nacionales e internacionales y por su poder de convocatoria en cuanto a público. Ah, también es menester recordar que Animate 09 es prácticamente la única convención grande que se ha realizado este año, así que en la pelea por ser el mejor es menester recordar los muchos abandonos que hemos tenido, desde la desaparecida hace rato Necomicón hasta Leyendas, que este año no se hizo, pasando también por Expocomics Campana, de cuya no realización escuché que las razones eran "no tuvimos tiempo".
Dicho ésto, es de destacar que, pese a ser una convención groseramente orientada al animé y al manga (que no me jodan, la convención no se llama ANIMATE como una invitación a la gente a que se anime a ir), las charlas, varios stands y el mismísimo sector Fanzines provean espacios para el comic sin ojos grandotes y redondos, narices chiquititas y espadas desproporcionadas. Desde Comic.ar hasta Domus e incluso los superhéroes tuvieron su sitio en los stands y muestras, y varios autores nacionales que no hacen manga participaron de las charlas. Agradezco que esa gente aportara su presencia, para no tener que padecer a Mike Amigorena paseando disfrazado de Panda promoviendo Sobe Rush.
LO NEGATIVO
Este año Animate se hizo en el ala del Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires opuesta a la del año pasado, ala habitualmente destinada a depósito y que acababa de usarse para la Feria de las Naciones. Debido a estas razones, sucedieron ciertos inconvenientes logísticos (falta de alfombras, armado de panelerías con el tiempo justo e incluso un temible autoelevador que se movía por el predio llevando su peligrosa carga apenas abrieron las puertas) que, dicho sea, no son culpa de la organización, que la verdad que tuvo muy buena predisposición en la atención a los expositores y stands, incluyendo a los fanzineros. No, no nos ofrecieron champán para brindar al final del evento, como hiciera Gustavo Sala en Mardemón 01, pero he visto tratos malos a los fanzines en eventos pasados (coff, cofff.....fantabaires2000coff, coff...) El mero hecho de que hubiera espacio para los fanzines es puro y exclusivo mérito de Alejandra Márquez, encargada de la parte cultural y de charlas de la convención. Si fuera por Muñoz o por Krenn, ni justicia, amigos fanzineros. Y no estoy diciendo que Muñoz y Krenn sean crueles y despiadados fenicios, apenas son fenicios a secas, dicho sin ánimo de ofender. Tienen su visión comercial del evento y es respetable aunque uno no la comparta del todo. Esto me lleva a la cuestión más negativa desde mi visión de editor de fanzines, y es la pésima actitud de algunos de mis colegas editores independientes. Llegó a mis oídos el rumor de que algunos fanzineros mudaron, sin autorización previa, sus infraestructuras hacia espacios vacíos en los stands oficiales, fuera de las áreas asignadas a fanzines. Y el motivo de la mudanza era la queja por el sector apartado asignado y la mala iluminación (cosa que se resolvió el sábado, cuando pudieron balancear la carga de las distintas fases eléctricas). Muchachos de los fanzines... ¿no se percataron del detalle de que estaban en ANIMATE con un costo de 0 PESOS por el espacio? ¿Acaso pretendían que les ofrecieran drinks gratis, les pusieran un SPLIT arriba que les tirara aire fresco y señalizaciones de neón que promocionen sus revistas? Uno puede entender actitudes de diva caprichosa en expositores que abonan sus buenos morlacos por los stands (y que tampoco reciben drinks gratis, ni aire fresco ni luces de neón, dicho sea de paso), pero en gente que recibe el espacio por pura gentileza, es una pendejada. Si incluso los chicos de la Lule Le Lele (cuyos popes ya han publicado en Fierro y en Barcelona) se colocaron en uno de los dos sectores asignados a Fanzines, en vez de colarse entre los stands o quejarse. ¡Y ya son autores de cierto renombre!
¿Realmente les parece insensato dar los mejores espacios y servicios a quienes pagan por ellos? Al fin y al cabo, AMINATE es un evento comercial, organizado por una empresa, no por una ONG.
Por eso, al que le quepa el sayo, que se lo ponga, y que lo luzca, porque debido a este incidente, es muy probable que el año próximo los fanzineros no tengamos espacio en ANIMATE10. Sí, pese a que la organización finalmente autorizó a los fanzineros a ubicarse en los stands vacíos sin cobrarles un centavo, a causa de las quejas y la caradurez de algunos, puede ser que todos los fanzineros paguemos el pato.
Esta situación me parece lo más negativo del evento, y desde mi punto de vista, la falta de alfombras o los problemas eléctricos (o incluso las goteras) son cosas totalmente secundarias.
LO POSITIVO
Para agregar cuestionamientos a los fanzineros quejosos y desagradecidos, este año a los fanzines nos ubicaron bien lejos del escenario, rodeando a la mucho más tranquila sala de proyección. Fue una observación bastante puntual en ANIMATE 08 que, con la gente cantando 14 veces por día el tema de Dragon Ball Z a todo volúmen en los concursos de Karaoke era muy complicado siquiera charlar con el fanzinero vecino sobre qué tipo de papel usaba en su tapa o si le había salido caro el offset. Merece un agradecimiento especial que este año nos hayan ubicado en sitios más silenciosos, y una correspondiente puteada a los ingratos que no apreciaron eso, porque, repito, los fanzines NO GARPARON UN MANGO POR SU ESPACIO.
El horario se cumplió con puntualidad, incluso el viernes, cuando se debió acelerar el paso para armar todo por las razones antedichas. La iluminación en los stands pagos era adecuada y en el sector principal de los fanzines, las luces se colocaron el viernes durante el evento y para el sábado ya nadie estaba sin luz. El espacio en el que nos ubicamos mis vecinos de stand y yo me pareció interesante porque estábamos frente a uno de los bufetes del evento, donde había sillas para sentarse, beber o comer y charlar con tranquilidad. Esto no solamente es un imán de gente (frente al escenario, además, la gente quedaba siempre a espaldas de nosotros) sino que les permite notar que estamos ahí. El flujo de gente fue aceptable, nutrido de a ratos, y los que pararon en nuestros espacios podían mirar con detenimiento y ver respondidas sus preguntas. La razón por la que no acepté mudarme con los otros colegas a los espacios vacíos es estética: un stand de fanzines entre dos stands con muñecos y pantallas LCD mostrando el último juego de Playstation o la más grosa pelea de Naruto queda muy descolocado, aunque pase el triple de gente. Nosotros venimos con nuestras mesitas de madera, o tablas con caballete y una tela, y los stands pagos tienen mostradores propios, gigantografías a todo color, estanterías, pantallas de TV y vitrinas. Estar todos los fanzines juntos reduce las diferenciaciones estéticas, nos ubica como un conglomerado de autores independientes y mejora la ubicación dentro del evento para nuestros seguidores (sí, señores organizadores, los fanzines aportamos nuestro público al evento, aunque no lo crean). Lamento que muchos compañeros no lo vean de este modo.
Otra cosa positiva de ANIMATE es poder charlar con los profesionales, felicitar a los colegas que están logrando insertarse en las editoriales, o a quienes les va bien en otras cosas. Personalmente es muy satisfactorio que algunos me saluden "¿Qué hacés, Max?", fruto de años de cruzarnos en eventos y de haber sostenido de algún modo mi presencia en el medio. De hecho, quiero aprovechar para agradecer la calidez y el respeto de algunos grossos que, aunque íntimamente me gusta reconocer como colegas, sigo sosteniendo que es más bien gente que admiro:
Tomás Coggiola, Armando Fernández, Löwy, Maicas, Claudio Kappel, Sergio Ibáñez, Herni, Elmer, Diego Greco, Rubén Meriggi. También repetir las felicitaciones a compañeros que están logrando vivir de lo que les gusta: Sebastián Ramseg, Andrés Lozano, Javier Rovella, Brian Janchez, el Polaco Scalerandi, Sémola Souto, Scuzzo, Basabe. A Andrés Valenzuela, a Julián Crudo. Toda esa gente linda charló conmigo un rato. Gracias.
EL STAND
Como siempre, Max King Comics! estuvo presente junto con su exclusiva infraestructura oficial. El mostrador azul marino (una mesa plegable vestida con tela de algodón) la batea, las estatuillas de Chanchman y Argentineman, el logo y el flamante y terminado Museo Itinerante de objetos superheróicos de Max King Comics!, cuyos elementos hemos visto hacerse en este mismo blog se pudieron apreciar en el Stand. Aquí las fotos.
PARA EMPEZAR
Animate 09 es, en la actualidad, la convención más importante que se hace en el país debido, principalmente, a que cuenta con mucho espacio físico, por la importancia de los invitados nacionales e internacionales y por su poder de convocatoria en cuanto a público. Ah, también es menester recordar que Animate 09 es prácticamente la única convención grande que se ha realizado este año, así que en la pelea por ser el mejor es menester recordar los muchos abandonos que hemos tenido, desde la desaparecida hace rato Necomicón hasta Leyendas, que este año no se hizo, pasando también por Expocomics Campana, de cuya no realización escuché que las razones eran "no tuvimos tiempo".
Dicho ésto, es de destacar que, pese a ser una convención groseramente orientada al animé y al manga (que no me jodan, la convención no se llama ANIMATE como una invitación a la gente a que se anime a ir), las charlas, varios stands y el mismísimo sector Fanzines provean espacios para el comic sin ojos grandotes y redondos, narices chiquititas y espadas desproporcionadas. Desde Comic.ar hasta Domus e incluso los superhéroes tuvieron su sitio en los stands y muestras, y varios autores nacionales que no hacen manga participaron de las charlas. Agradezco que esa gente aportara su presencia, para no tener que padecer a Mike Amigorena paseando disfrazado de Panda promoviendo Sobe Rush.
LO NEGATIVO
Este año Animate se hizo en el ala del Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires opuesta a la del año pasado, ala habitualmente destinada a depósito y que acababa de usarse para la Feria de las Naciones. Debido a estas razones, sucedieron ciertos inconvenientes logísticos (falta de alfombras, armado de panelerías con el tiempo justo e incluso un temible autoelevador que se movía por el predio llevando su peligrosa carga apenas abrieron las puertas) que, dicho sea, no son culpa de la organización, que la verdad que tuvo muy buena predisposición en la atención a los expositores y stands, incluyendo a los fanzineros. No, no nos ofrecieron champán para brindar al final del evento, como hiciera Gustavo Sala en Mardemón 01, pero he visto tratos malos a los fanzines en eventos pasados (coff, cofff.....fantabaires2000coff, coff...) El mero hecho de que hubiera espacio para los fanzines es puro y exclusivo mérito de Alejandra Márquez, encargada de la parte cultural y de charlas de la convención. Si fuera por Muñoz o por Krenn, ni justicia, amigos fanzineros. Y no estoy diciendo que Muñoz y Krenn sean crueles y despiadados fenicios, apenas son fenicios a secas, dicho sin ánimo de ofender. Tienen su visión comercial del evento y es respetable aunque uno no la comparta del todo. Esto me lleva a la cuestión más negativa desde mi visión de editor de fanzines, y es la pésima actitud de algunos de mis colegas editores independientes. Llegó a mis oídos el rumor de que algunos fanzineros mudaron, sin autorización previa, sus infraestructuras hacia espacios vacíos en los stands oficiales, fuera de las áreas asignadas a fanzines. Y el motivo de la mudanza era la queja por el sector apartado asignado y la mala iluminación (cosa que se resolvió el sábado, cuando pudieron balancear la carga de las distintas fases eléctricas). Muchachos de los fanzines... ¿no se percataron del detalle de que estaban en ANIMATE con un costo de 0 PESOS por el espacio? ¿Acaso pretendían que les ofrecieran drinks gratis, les pusieran un SPLIT arriba que les tirara aire fresco y señalizaciones de neón que promocionen sus revistas? Uno puede entender actitudes de diva caprichosa en expositores que abonan sus buenos morlacos por los stands (y que tampoco reciben drinks gratis, ni aire fresco ni luces de neón, dicho sea de paso), pero en gente que recibe el espacio por pura gentileza, es una pendejada. Si incluso los chicos de la Lule Le Lele (cuyos popes ya han publicado en Fierro y en Barcelona) se colocaron en uno de los dos sectores asignados a Fanzines, en vez de colarse entre los stands o quejarse. ¡Y ya son autores de cierto renombre!
¿Realmente les parece insensato dar los mejores espacios y servicios a quienes pagan por ellos? Al fin y al cabo, AMINATE es un evento comercial, organizado por una empresa, no por una ONG.
Por eso, al que le quepa el sayo, que se lo ponga, y que lo luzca, porque debido a este incidente, es muy probable que el año próximo los fanzineros no tengamos espacio en ANIMATE10. Sí, pese a que la organización finalmente autorizó a los fanzineros a ubicarse en los stands vacíos sin cobrarles un centavo, a causa de las quejas y la caradurez de algunos, puede ser que todos los fanzineros paguemos el pato.
Esta situación me parece lo más negativo del evento, y desde mi punto de vista, la falta de alfombras o los problemas eléctricos (o incluso las goteras) son cosas totalmente secundarias.
LO POSITIVO
Para agregar cuestionamientos a los fanzineros quejosos y desagradecidos, este año a los fanzines nos ubicaron bien lejos del escenario, rodeando a la mucho más tranquila sala de proyección. Fue una observación bastante puntual en ANIMATE 08 que, con la gente cantando 14 veces por día el tema de Dragon Ball Z a todo volúmen en los concursos de Karaoke era muy complicado siquiera charlar con el fanzinero vecino sobre qué tipo de papel usaba en su tapa o si le había salido caro el offset. Merece un agradecimiento especial que este año nos hayan ubicado en sitios más silenciosos, y una correspondiente puteada a los ingratos que no apreciaron eso, porque, repito, los fanzines NO GARPARON UN MANGO POR SU ESPACIO.
El horario se cumplió con puntualidad, incluso el viernes, cuando se debió acelerar el paso para armar todo por las razones antedichas. La iluminación en los stands pagos era adecuada y en el sector principal de los fanzines, las luces se colocaron el viernes durante el evento y para el sábado ya nadie estaba sin luz. El espacio en el que nos ubicamos mis vecinos de stand y yo me pareció interesante porque estábamos frente a uno de los bufetes del evento, donde había sillas para sentarse, beber o comer y charlar con tranquilidad. Esto no solamente es un imán de gente (frente al escenario, además, la gente quedaba siempre a espaldas de nosotros) sino que les permite notar que estamos ahí. El flujo de gente fue aceptable, nutrido de a ratos, y los que pararon en nuestros espacios podían mirar con detenimiento y ver respondidas sus preguntas. La razón por la que no acepté mudarme con los otros colegas a los espacios vacíos es estética: un stand de fanzines entre dos stands con muñecos y pantallas LCD mostrando el último juego de Playstation o la más grosa pelea de Naruto queda muy descolocado, aunque pase el triple de gente. Nosotros venimos con nuestras mesitas de madera, o tablas con caballete y una tela, y los stands pagos tienen mostradores propios, gigantografías a todo color, estanterías, pantallas de TV y vitrinas. Estar todos los fanzines juntos reduce las diferenciaciones estéticas, nos ubica como un conglomerado de autores independientes y mejora la ubicación dentro del evento para nuestros seguidores (sí, señores organizadores, los fanzines aportamos nuestro público al evento, aunque no lo crean). Lamento que muchos compañeros no lo vean de este modo.
Otra cosa positiva de ANIMATE es poder charlar con los profesionales, felicitar a los colegas que están logrando insertarse en las editoriales, o a quienes les va bien en otras cosas. Personalmente es muy satisfactorio que algunos me saluden "¿Qué hacés, Max?", fruto de años de cruzarnos en eventos y de haber sostenido de algún modo mi presencia en el medio. De hecho, quiero aprovechar para agradecer la calidez y el respeto de algunos grossos que, aunque íntimamente me gusta reconocer como colegas, sigo sosteniendo que es más bien gente que admiro:
Tomás Coggiola, Armando Fernández, Löwy, Maicas, Claudio Kappel, Sergio Ibáñez, Herni, Elmer, Diego Greco, Rubén Meriggi. También repetir las felicitaciones a compañeros que están logrando vivir de lo que les gusta: Sebastián Ramseg, Andrés Lozano, Javier Rovella, Brian Janchez, el Polaco Scalerandi, Sémola Souto, Scuzzo, Basabe. A Andrés Valenzuela, a Julián Crudo. Toda esa gente linda charló conmigo un rato. Gracias.
EL STAND
Como siempre, Max King Comics! estuvo presente junto con su exclusiva infraestructura oficial. El mostrador azul marino (una mesa plegable vestida con tela de algodón) la batea, las estatuillas de Chanchman y Argentineman, el logo y el flamante y terminado Museo Itinerante de objetos superheróicos de Max King Comics!, cuyos elementos hemos visto hacerse en este mismo blog se pudieron apreciar en el Stand. Aquí las fotos.
El stand armado, con todos sus detalles.
Así quedó finalmente el Museo Itinerante, con sus nuevos objetos, y con el fondo ya acabado. Noten que cuenta con iluminación propia.
Como todos los años desde hace algún tiempo, dibujé una nueva versión de personajes conocidos para exponer en mi espacio, y este año, a las versiones de Wolverine, He-Man, El Eternauta y Hellboy, le agregué a las Chicas Superpoderosas.
Max King Comics finalmente vendió 18 ejemplares. Para más de uno parece poco, pero lo cierto es que nadie se hace rico haciendo fanzines, y las ventas de fanzines no son particularmente nutridas nunca. 18 es un buen número, y aunque he tenido mejores ventas, lo cierto es que tras estar fuera de circulación por cuatro años, y fuera de los eventos porteños por nada menos que siete años, alcanzar ese número está bastante bien. No olvidemos que, en Fantabaires 99, cuando recién empecé, apenas vendí 9 ejemplares.
Por todo eso y porque siempre asistir a eventos de historieta me carga las pilas, para mí el saldo es positivo. No les pido que confíen en mi criterio (también fue positivo mi saldo en aquella espantosa edición 2000 de Fantabaires, la que empezó tarde, con calor y olor a poxi-ran por doquier), sólo que comprendan que a veces hay que tratar de darles a las cosas negativas su justo valor y apreciar mejor lo bueno, para poder valorar esas cosas agradables que uno vive.
Gracias por leer hasta acá.
Max King
2 comentarios:
Muy bueno tu reporte amigo, yo la pase reebien, la cuestion era poner buena onda en ese espacio, amigo, y me gusto comparti ese espacio con vos
saludos
18 ejemplares? Héroes vendió 30!
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