jueves, 27 de noviembre de 2008

Museo Itinerante III: Chanchigadgets

Chanchman, mi personaje basado en cierto murciélago muy famoso, tiene esa misma costumbre de tener elementos que lo ayudan en sus misiones.

En el 2007, tuve la desgracia de perder el primero y original Shurichanch, la estrellita ninja de Chanchman, que había elaborado como 8 años atrás. Como encima me preguntaron precio, poco antes de la curiosa desaparición, del objeto, decidí hacer varias, esta vez, y se me ocurrió lo de ampliar el museo, que hasta entonces consistía de dos elementos: El susodicho shurichanch, y el chanchitapón, de los pocos chismes no basados en los del famoso Caballero de la Noche.


Además de rehacer el shurichanch, agregué elementos de otros personajes, como Rataman y Batería Azul, elementos ya vistos en este sitio, y un nuevo chanchiobjeto: el Chancharang, o chanchibúmerang.


Veamos el making of de los shurichanch, primero.

SHURICHANCH
1) Primero imprimí la plancha de las estrellitas, elaborada prolijamente en Corel Draw! y las pegué en la plancha de cartón passepartout.







2) Luego corté por fuera de los bordes las seis piezas, y a cada una la empecé a cortar, en etapas, cada estrella, siguiendo la forma de la plancha pegada en el cartón. Hasta que el cartón tenía la forma deseada. 3) En este punto, el cartón me jugó una mala pasada. La pieza que utilicé era de la vieja batea del Stand, y estaba tan vieja que había una capa de peluza. Así que le apliqué una capa de Poxi-Pol disuelta en alcohol isopropílico, para que quede fina.
4) Una vez seca la capa, empecé a aplicar la masilla epoxi, procurando que fuera también fina, ya que tenía que aplicarla de ambos lados. Se aplicó exacto sobre el cartón, sin rebordes.
5) Una vez endurecido, alisé la superficie con papel de lija, y procedí a dar el primer filo a los bordes, con una lima. Es el primer filo, porque la estrella aún es un sanguchito de masilla epoxi con el cartón a la vista.

6) Luego puse el reborde para cubrir el cartón a la vista y darle un verdadero filo al shuriken porcino. Obviamente, el filo no es un filo real, no solamente porque la masilla epoxy no puede dar un filo así con la dureza del metal, sino porque un filo verdadero haría el artefacto difícil de aceptar para un padre, como juguete de su hijo, y no olvidemos que mi intención es hacer varios y venderlos.
7) Tras limar el reborde y darle el filo definitivo (e inofensivo) al shuriken, lo pinté con esmalte sintético color aluminio, exactamente de la misma lata que usé para pintar el shurichanch original. Aquí tienen una imagen con todas las etapas del proceso juntas, con excepción de la capa de poxi-pol, porque no tenía más que seis piezas por hacer.






CHANCHARANG





Estuve estudiando los bumerangs con cierta atención, y documentándome. Tengo que decirles algo: los bumerangs de verdad se ven muy mal en una historieta. Son muy cerrados de ángulo (hay una relación entre el ángulo de las alas del bumerang y el diámetro del círculo que hacen en el aire). Lo que veíamos en los comics son muy bonitos, pero no sirven como bumerang, y eso sin discutir el hecho que si le das a algo con un bumerang, es imposible que el bumerang vuelva, porque el impacto cambia o trunca su trayectoria. Así que opté por hacer el chancharang de acuerdo con criterios estéticos y olvidarme de la documentación investigada.
Entonces, así se hizo el chancharang, en pocos pasos.
1) De nuevo, hice la plancha en Corel Draw! para que quede prolijita, la imprimí y la empecé a recortar, una vez pegada sobre el cartón, del mismo material que los shurichanch.


2) Una vez recortado todo, empezó el rellenado, para darle filo y volúmen al búmerang de nuestro héroe más chancho. Como la masilla epoxi en un objeto de este tamaño se vuelve muy costosa, opté por utilizar masilla para madera, que además es un poco más liviana, y se puede moldear más prolijamente. La apliqué como si fuera yeso, con una moldura de cartón en forma de arco, para darle una curvatura prolija y pareja a ambas alas. Quedó muy prolijo y fue lo más fácil de lijar luego.
3) Como no tengo fotos del proceso intermedio, resumo diciendo que una vez rellenado todo, y previo alisado a lija, en ambos lados, utilicé esmalte sintético brillante para darle el aspecto final. Es notable lo bien que queda, como si fuera de cualquier material excepto el usado. Esta es la etapa final del pintado.
Cuando publique el museo itinerante completo, van a poder apreciar cómo queda todo junto. Hasta entonces.

Max King

1 comentario:

Miguel Dao dijo...

Hola, Max! Ando publicitando la propuesta de intercambio que he lanzado a los que guarden revistas Billiken antiguas. Acá está el blog: http://arthur-le-fantome-justicier-cezard.blogspot.com/